Como SEGOVIA está tan cerca de la Casa (a poco más de una hora), hemos ido a pasar el día para ver esta hermosa ciudad.
Cada vez me parece más bonita.
Ya anochecido, con una guía oficial, hicimos una visita guiada y nos enseñaron rincones pintorescos del barrio judío y anécdotas de la historia muy curiosas.
Y luego cenamos en un restaurante típico que, además de ofrecer
platos de comida sefardí, estaba especializado en suculentas TAPAS: