Por el Camino de los Estepares hemos pasado por ahí
innumerables veces y no sabíamos que estaba tan a mano este bonito rincón lleno
de magia y frescura.
Con los chicos del Campo II, lo limpiamos de zarzas y ramas secas y ha quedado un pequeño charco monísimo debajo del
“chorrillo”...
para que chapoteen niños…
perros…