Era un día muy caluroso, así que hicimos lo mejor para
disfrutarlo: irnos a bañar al Jerte, en la provincia de Cáceres (a 1 hora de la Casa ).
No pensamos que esta zona de baño estuviese tan bien
montada. Nos encantó y lo pasamos como “enanos”, o sea, como Sara y Alejandro,
los peques de Fidel.
Después quedamos con mi amigo Fausti que nos llevó a coger
cerezas ¡Qué forma de disfrutar con el contacto con los árboles y su fruta!
¡Qué riquísimas las cerezas!